El cazador de tesoros Hans Gluck, de 76 años, afirma estar seguro de haber encontrado un escondite en un bosque bávaro, donde las tropas de las SS guardaron oro, diamantes y sellos valiosos en la primavera de 1945. El hallazgo podría tener un valor de entre 600 y 800 millones de euros, indica el periódico local ‘Rhein-Neckar-Zeitung’.
Por haber localizado el tesoro en inmediaciones de la localidad de Arrach, a Gluck le correspondería un 3% del valor de lo descubierto. En ese sentido, si los nazis de verdad dejaron tanto como se estima, al alemán le tocaría como parte entre 18 y 24 millones de euros. Sin embargo, por el momento el hombre no puede poner manos a la obra y verificar sus suposiciones y cálculos.
La legislación de Baviera no permite desenterrar el territorio sin permiso del propietario del bosque quien, en este caso, no se lo da a Gluck. “Quiere encontrar el tesoro por sí mismo”, sostiene el hombre, quien pone en duda la capacidad del terrateniente de encontrar el tesoro sin sus coordenadas y mapa.
La inspección del terreno con un detector de metales no dio frutos y Gluck utilizó otra herramienta para medir el campo magnético, que daba señales cuando debajo de la tierra había metales. Así fue como encontró el lugar donde cree que estaría el tesoro nazi, ya que las cajas metálicas del misterioso tren contenían hierro.
El único problema es que el bosque es privado. Sin embargo, Gluck está oficialmente registrado como cazador de tesoros y, por ende, independientemente de quién desenterrará el tesoro, le corresponderá un 3 %, que podrían ser millones de euros. Ahora busca convencer a las autoridades para que inicien la excavación.
En ese caso, tendrían que ocuparse de la desactivación de las bombas que podría haber en la zona y serían responsables de la recuperación. Gluck sospecha que el tesoro podría ser parte de la herencia de los judíos y ahora quiere ponerse en contacto con los representantes oficiales de la comunidad.