Crean nuevo Chip Cerebral con Impresión en 3D

Un equipo internacional de ingenieros y neurocientíficos de la Universidad de Sheffield (Reino Unido), la Universidad Estatal de San Petersburgo (Rusia) y la Technische Universitat Dresden (Alemania) ha desarrollado un prototipo de implante neuronal impreso en 3D que conecta el cerebro a una computadora y podría utilizarse para elaborar tratamientos para problemas del sistema nervioso y para ayudar a personas con parálisis.

El nuevo estudio, dirigido por el profesor Iván Minév y el profesor Pável Musiénko, revela que el dispositivo fue probado con éxito a la hora de estimular la médula espinal lesionada de animales como gatos, ratas y pez cebra, y ahora los investigadores esperan que pueda adaptarse para su uso en humanos. El equipo confía en que el sistema nervioso dañado podría someterse a un nuevo tratamiento médico basado en una fusión de biología y electrónica, capaz de detectar y suministrar pequeños impulsos eléctricos en el cerebro y el sistema nervioso.

“Se ha demostrado en el estudio que la tecnología de prueba de concepto también encaja bien en la superficie del cerebro, la médula espinal, los nervios periféricos y los músculos, lo que abre posibilidades en otras afecciones neurológicas”, reza el comunicado emitido por la ‘Universidad de Sheffield’. Además, los científicos concluyeron que la impresión 3D es un método “más rápido y más rentable” a la hora de fabricar los prototipos de los implantes, factor que permite acelerar la investigación y el desarrollo en el área, que normalmente se ven obstaculizados por los enormes costes y tiempo prolongado a la hora de la producción. Asimismo, los chips se pueden adaptar fácilmente a áreas específicas o problemas dentro del sistema nervioso, destaca el equipo.

Por otra parte, gracias a la nueva técnica, un neurocientífico puede solicitar un diseño personalizado que puede enviar instrucciones a la impresora. “El poder de la impresión 3D significa que los prototipos de implantes se pueden cambiar rápidamente y reproducir de nuevo según sea necesario para ayudar a impulsar la investigación y la innovación en interfaces neuronales”, señaló Minév. Una vez se ha demostrado que los implantes impresos en 3D pueden comunicarse con el cerebro y los nervios, los investigadores pretenden asegurar que los dispositivos son lo suficientemente consistentes como para ser implantados durante largos períodos.

“Los pacientes tienen anatomías diferentes y el implante debe adaptarse a esto y a su necesidad clínica particular. Quizás en el futuro el implante se imprima directamente en el quirófano mientras se prepara al paciente para la cirugía”, agregó el especialista. El estudio fue publicado este lunes en la revista ‘Nature Biomedical Engineering’.