Hallan todas las bases del ADN en tres Meteoritos

Un equipo internacional de científicos recientemente ha encontrado, en tres meteoritos que han caído a la Tierra en las últimas décadas, toda la base molecular del ADN y el ARN, la receta básica de la vida, afirmó el Lodi Valley News. Este nuevo descubrimiento respalda la teoría de que hace unos 4.000 millones de años, fueron las rocas espaciales y el polvo cósmico los que trajeron los ingredientes necesarios para el surgimiento de los seres vivos en la Tierra. Materiales que podrían tener un origen extraterrestre. Algunos pueden haber perforado rocas después de tocar el suelo. Estudios adicionales intentarán descartar esta posibilidad.

Los investigadores han analizado tres meteoritos famosos: el Murchison, que cayó en Australia en 1969; el Murray en los EE. UU. en 1950; y el Tagish Lake, que cayó en Canadá en el año 2000. Son de un tipo raro llamado condrita carbonácea, que contienen muchos compuestos orgánicos y se remontan a los primeros días del sistema solar. En ellos se encontraron rastros de las cinco bases nitrogenadas de la vida: adenina (A), citosina (C), guanina (G), timina (presente solo en el ADN) y el uracilo (U; propio del ARN).

Tres de estas sustancias (A, G y U) se han encontrado antes en meteoritos, pero la citosina y la timina no habían aparecido en objetos extraterrestres, hasta ahora. “En particular, el descubrimiento de la citosina es sorprendente porque es relativamente inestable y tiende a reaccionar con el agua”, indicó el Dr. Yasuhiro Ohba, profesor de la Universidad de Hokkaido en Japón y autor principal del estudio. Para analizar las rocas, los científicos recurrieron a la cromatografía líquida de alto rendimiento (CLEA o HPLC), que utiliza agua a presión para separar los componentes de las muestras de meteoritos. Luego, las bases nitrogenadas se extrajeron y analizaron mediante espectrometría de masas, lo que reveló la composición química detallada de los materiales.

Para verificar que el material era efectivamente extraterrestre, el equipo se aseguró de que no hubiera contaminación en el laboratorio y el equipo, y también analizó muestras del sitio donde cayó el meteorito Murchison. Se han encontrado algunas bases en el suelo, pero “su distribución, concentraciones e isómeros son claramente diferentes de las que se encuentran en los meteoritos”, afirmó el Dr. Ohba. Los autores concluyeron que los componentes se formaron en el espacio y “contribuyeron al surgimiento de las características genéticas de la forma de vida más antigua de la Tierra”. El estudio fue publicado esta semana en la revista Nature Communications.